Los páramos de la Sierra, la cercanía de los cerros y
montañas y la frescura del aire anuncian la llegada a Cuicocha, hermosa laguna
de Imbabura que reposa en una caldera volcánica en las
faldas del volcán Cotacachi.
El
paisaje se compone de vegetación endémica, aguas claras color turquesa que
cambian de tonalidad de acuerdo al sol y al viento y dos islotes compuestos de
lava y piedra volcánica separados entre sí por el Canal del Ensueño, donde
antiguamente llegaban los caranquis y los incas con sus ofrendas y sacrificios
al Sol y a la Luna.
Los islotes, que no pueden ser pisados por el hombre, contienen
diversa vida silvestre con más de 400 especies de flora y fauna. Se pueden
observar varios tipos de orquídeas, bromelias, puma maqui, así como conejos,
armadillos, zorros andinos y cuyes de monte.
Se
puede practicar senderismo alrededor de la laguna en un recorrido de entre
cinco horas y seis horas o se puede pasear en lancha alrededor de los islotes,
donde se observan las pequeñas fumarolas que se formaron para liberar los gases
sulfúricos del cráter.
La observación de flora y fauna en el Parque Nacional Cotacachi
Cayapas es destacable,
donde además, con un poco de suerte, es posible avistar al cóndor andino.
El
Inti Raymi, milenaria celebración indígena que significa Fiesta del Sol, se
realiza el 21 de junio, cuando los chamanes toman baños de purificación en la
laguna.
Cuicocha
está ubicada a 12 kilómetros de Cotacachi y se puede llegar en auto particular,
taxi o a través de una agencia. Se puede disfrutar de excelente gastronomía,
comprar artesanías locales e incluso hospedarse en una de las hosterías que
están a su alrededor.
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